La mayoría de los trabajadores autónomos, han visto su primera cuota de 2019 encarecida en al menos 5€ respecto a la cuota anterior. A pesar de que el incremento de la cuota ofrece mayores coberturas sociales, como es el caso del cese de actividad y de las contingencias profesionales, el descontento ha sido generalizado.

Es importante destacar, que este cambio no ha sido generalizado puesto que, un pequeño colectivo sí que se ha podido beneficiar de rebajas en su cuota mensual

¿A qué se debe esta reducción en la cuota?

La cuestión principal reside en la obligación de incorporar nuevas coberturas a la cotización del trabajador autónomo desde el 1 de enero de 2019 y el tipo único aplicable para tener derecho a las mismas. Estas nuevas coberturas, como comentábamos anteriormente, consisten en la incorporación del cese de actividad, la cobertura por contingencias profesionales y la formación profesional.

Anteriormente, las contingencias profesionales, el cese de actividad y la formación profesional eran mejoras voluntarias en la cotización mensual del autónomo, es decir, que éste podía escoger si optar o no, pagando una cuota superior.

Según estadísticas de la UATAE, en 2018, tan sólo el 20% de los trabajadores autónomos tenían incluidas las coberturas por accidente de trabajo y enfermedad profesional y son precisamente, estos autónomos, que decidieron voluntariamente pagar un poco más, los que han visto reducida su primera cuota en 2019. Por el contrario, el 80% restante, ha tenido que pagar más para cumplir con la reciente obligación de cotizar por contingencias profesionales.

El motivo de la reducción de la cuota para el 20% de trabajadores que ya cotizaban mensualmente por esta contingencia, consiste principalmente en el nuevo tipo aplicable en 2019. En 2018 el tipo aplicable para cotizar por contingencias profesionales era del 2,5% (añadido al CNAE) mientras que para este 2019 se ha visto reducido hasta el 0,9%.

Por tanto, quienes no pagaran por cotizar por contingencias profesionales han visto encarecida su cuota y quienes ya las tenían incluidas la han visto reducida.

Esta explicación se extiende al resto de las coberturas que anteriormente eran voluntarias y ahora obligatorias, como puede ser el caso del cese de actividad.

En conclusión, quienes optaron por pagar y cotizar un poco más, ahora se ven compensados por la regularización del nuevo tipo general del 30%, y el tipo especifico de cada cobertura.