No presentar las autoliquidaciones en los plazos establecidos por la normativa comporta una serie de consecuencias. Si Hacienda le reclama la presentación de una declaración, una vez atendido el requerimiento, le impondrá una de las siguientes sanciones en función del resultado de la declaración:

• Si el resultado es a ingresar, la sanción que deberá asumir será de entre el 50% y el 150% del total de la cantidad a ingresar. No obstante, esta sanción podrá reducirse en los siguientes importes:

– 30% por conformidad. Esto es, cuando no se interponga recurso o reclamación contra la liquidación o la sanción.

– 25% por pronto pago. Adicionalmente, se reducirá el 25% si ingresa el importe de la sanción en el plazo voluntario.

• En caso de que la declaración sea con resultado cero o a devolver, si bien tiene derecho a recibir la devolución, deberá asumir una sanción fija de 200 euros. En este caso, únicamente será aplicable la reducción del 25% por pronto pago, por lo que, si ingresa en el plazo voluntario, la sanción será de 150 euros.

En estos casos, antes de presentar la declaración, debe comprobar qué le sale más a cuenta. Esto es, en determinados supuestos, será más beneficioso presentar una declaración con un pequeño importe a ingresar ya que la sanción que pagará será de menor cuantía que si presenta la declaración con resultado cero o a devolver.

Por ejemplo, imaginemos que usted no ha presentado la autoliquidación del modelo 303 (IVA) correspondiente al cuarto trimestre del 2018. A principios del mes de marzo recibe un requerimiento de Hacienda comunicándole que debe presentar dicha declaración. Una vez preparada la liquidación, comprueba que el resultado es a devolver 30 euros. Pues bien, tiene dos opciones:

1. Presentar la declaración con un resultado a devolver de 30 euros y asumir la sanción fija de 200 euros (150 euros en caso de que la ingrese en plazo voluntario).
2. Diferir la deducción de alguna factura recibida (recuerde que el plazo para deducir el IVA de una factura recibida es de 4 años) de tal forma que el resultado de la declaración sea a ingresar un pequeño importe, pongamos 20 euros. En este supuesto la sanción sería de 10 euros (5,25 euros en caso de aplicar las reducciones por conformidad y pronto pago). De esta manera se ahorraría 144,75 euros y podría deducir la factura recibida durante los cuatro años siguientes.