Jurídico
PROBLEMÁTICAS EN LA PRESENTACIÓN DE LAS CUENTAS ANUALES
En el proceso de cierre de la contabilidad o bien durante la formulación de las cuentas anuales nos encontramos con información que nos hace reconsiderar si estamos reflejando de forma correcta la imagen fiel del patrimonio de la sociedad, el cual es considerado el principio fundamental de la información contable.
Esta información puede ser considerada como un cambio de criterio contable, una errata en la contabilidad o una modificación de estimaciones contables. Según el tratamiento que se le aplique procederemos de forma muy distinta, tal como se establece en el Plan General de Contabilidad.
Es por la exposición precedente, que en el momento de detectar un cambio en el criterio contable si se halla un error este debe aplicarse de forma retroactiva, desde el ejercicio más antiguo al que pueda llegar la afectación, de forma que el ingreso o gasto que ocasione debe ajustarse imputándolo al patrimonio neto.
Por otro lado, en el momento de producirse un cambio de estimación contable, por ejemplo, por la obtención de la información adicional o el conocimiento de los nuevos hechos, debe actuarse de forma prospectiva, imputándolo como gasto o ingreso del ejercicio actual o si procede por su naturaleza, directamente al patrimonio neto en la partida correspondiente.
A modo de ejemplo, una empresa que arrienda un edificio para la ubicación de su personal administrativo, y al cierre del ejercicio correspondiente se da cuenta que ha amortizado dicho edificio como si fuera industrial (3%) cuando el máximo para los edificios administrativos es el 2%. En este caso, la desigualdad entre la amortización acumulada realizada y la que se debería haber hecho deberá subsanarse con cargo a reservas.
Otro de las circunstancias que de pueden aflorar, es qué hacer con los hechos que se produzcan tras el cierre pero que tienen especial relevancia a la hora de representar la imagen fiel del ejercicio cerrado.
En caso de que los hechos ya existieran al cierre del ejercicio, debemos realizar el ajuste correspondiente en las cuentas anuales, modificando las cuentas afectadas.
Sin embargo, cuando los nuevos hechos pongan de relevancia condiciones que no existían al cierre del ejercicio, como cuando ocurre un siniestro o disminuye el valor de mercado, no debemos tenerlo en cuenta para la formulación de las cuentas anuales, ya que dichas circunstancias no podían ser conocidas con antelación, aunque si su cuantía es importante, se informara de tal hecho en la memoria.